miércoles, 6 de enero de 2010

Porque con una mirada basta.


Vas caminando un día tranquilamente, despreocupada, y te encuentras con su mirada. Con una mirada profunda que no sabes qué significa exactamente pero que te para en seco, devuelves la mirada, y te das cuenta de algo:
Es de esas escasas personas que piensas, "Joder, si nos conociésemos sé que tendríamos mucho en común" hay algo especial en ese desconocido que te hace temblar. Cuando por casualidad encuentras la posibilidad de conocerle, te falta tiempo y ganas para hacerlo.
Llega el momento, se da la oportunidad y no te defrauda. Es mejor de lo que esperabas, pero hay algo que no tenéis en común. Y no hablo de la disposición o de la intencion, sino de la situación.
Que ya parecéis amigos pero siempre hay algo que no encaja, algo que sobra y algo que falta.

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