domingo, 13 de noviembre de 2011

Frustración.



Ese horrible momento en el que dejé de pensar y me limité a sentir, dejarme llevar, fue el que ha provocado esta hecatombe. Ese estúpido segundo en el que mi muro, trabajado con la roca más dura del mundo, empezó a desmoronarse. Noté en mí de nuevo la debilidad, la falta de control, la euforia desinhibida, la inocencia, la estupidez.
¿Resultados? La roca se ha agrietado, con un suave golpe se hará pedazos, no será nada y tendré que encontrar una nueva, no sé si mejorada, pero una que me haga poder levantar de nuevo los cimientos de mi fortaleza emocional, de mi templanza, mi tranquilidad. Volved.

sábado, 27 de agosto de 2011

en vida en muerte



El hundimiento del sentimiento, la inestabilidad incesante, el órgano palpitante que murmulla resentimiento. Queja constante de la conciencia, del lamento en vano. Un grito mudo que nadie sentirá jamás, acaso imaginará.
Resultó que la manzana estaba envenenada y aunque apenas lo labios rozaron la superficie el cuerpo ya se desvanecía, cayendo lentamente en el aire, deseando el golpe, temiéndolo también, y nunca llegaba. Parecía que la materia se había hecho nada y un todo al mismo tiempo, ese momento en que debía estamparse, romperse o sólo magullarse se posponía una y otra vez, un bucle de caídas sin golpe, sin dolor, nada. Se convirtieron en una rutina hasta que un día la manzana fue mordida y el ente se paralizó, para siempre.
El corazón latía, el cerebro no se había fundido, incluso notaba la sangre correr por sus venas, pero la sonrisa paralizada, la mirada perdida se habían delatado a ellas mismas. Ahora sí vivía, o eso es lo que ellos creían.

ahum



Creo que la palabra de honor está en desuso. Si confías en alguien puede decepcionarte con facilidad y fallar a su promesa. Sin embargo, antaño, con ese juramento sabías que jamás faltaría a su palabra siendo la fidelidad y lealtad la base de un vínculo que hoy no podemos entender.

martes, 10 de mayo de 2011

Lunar



Fíate tú de tus sentimientos, le dijo la Mente al Corazón un poco malhumorada.
¿Qué hay de malo? murmuró entonces el latente órgano.
Tras una discusión acalorada decidieron separarse, física y emocionalmente. Tras varias experiencias he aquí una reflexión que sale de mi cabeza, de mi pecho, de mi mano:
Y sí, ¿qué hay de malo en sentir? Aunque también, fíate tú de algo tan irracional y con altas posibilidades de fracaso, visto lo visto.
Pero creo que aún queda algo de esperanza, no hablo de enamoramientos fortuitos y duraderos, hablo de algo firme, estable, fuerte e irrompible (al menos durante el tiempo necesario). ¿Es muy optimista este dulce recoveco que a veces afirma desesperado su existencia? Quiero creer que no, y llegados a este punto en el que le doy un voto a favor desde mi espíritu y cuerpo, sólo puedo esperar que mi tan amado como odiado compañero el Tiempo me deje entrever lo que todavía no sé si puedo tocar, sentir, enlazar, querer...

martes, 29 de marzo de 2011

ASDF



Te pudres en mis labios. Agotas mi energía, mi ánimo, mi tranquilidad. Las inseguridades y el dolor florecen. El sufrimiento ha vuelto, parecía un recuerdo.

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La decadencia de la fortaleza. El deseo sucumbe, se corroe el espíritu y alma. Nace la enfermedad humana, la debilidad...