martes, 26 de enero de 2010

¿La peor o la mejor?



¿La peor o la mejor sensación del mundo?
Aún no sé clasificarla de ninguna manera. Sólo sé que en estos instantes se encuentra dentro de mí y arremete palabras y sensaciones pocas veces experimentadas.
Es extraño, es debilidad, es sentir que te arrancan la voluntad, el control que puedes tener sobre ti mismo, me hace querer vomitar, sentirme nauseabunda, mareada.
Y a la vez es uno de los mejores estímulos, es una sumisión secreta y placentera, es un estoy aquí para ti para cuando lo necesites sin importarme lo mucho que me rebaje, tienes mi cuerpo y mi alma a tus pies, para que hagas con ellos lo que te de la gana, maltrátame, bésame, ámame, no dejes de tocarme, de hacerme sentir viva, es muy erótico, muy sexual, emocional, espiritual. No sé describirlo. Esto sólo se puede sentir.
Sin embargo, aquí me ves con una careta de la piedra que te rozó esta mañana con la mirada y te desgarró la piel al rozarte con sus labios, sobre esa fina piel, tan cerca de ese increíblemente frágil cuello, de un lacio pelo que parece gritar: ¡Acaríciame!

Pero ya son las 12, y la calabaza volvió a ser lo que era, el mundo real me ha dado una bofetada y he despertado de este sueño, aunque no dejo de pensar en él y en la gravedad de esas notas entonadas por lo peor que me he podido encontrar en mucho tiempo...

1 comentario:

Estela Rengel dijo...

Amazo el texto, me descubro. *_*