martes, 15 de julio de 2008

C'est la vie.

Estás a su lado. Lo sé. Ella puede escuchar tu respiración, sentir tus latidos y mirarte a los ojos. Yo no. Y probablemente nunca llegue a hacerlo. No puedo intentar alcanzar algo que está tan alejado de mí, eso sólo provocaría otra rotura de corazón innecesaria, pero, ¿y si no es innecesaria? Parece que dentro de mí hay un impulso hacia el fracaso amoroso, paraece que estoy predestinada a hacerlo, y si fuese así, no debería esforzarme en intentar cambiarlo.
Pero siento en mí que tú eres diferente, que serás la excepción y que no me harás tanto daño como otros. Aunque sé que esto jamás podré saberlo ya que no eres mío, y sin embargo, nunca me ha gustado tanto tanto tener algo que está tan lejos de mi alcance.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que miedo da leer esto!
Primero porqué puedo imaginar de que va, segundo porqué puedo imaginar que aciertas y, por último, porqué se lo que es ser un fruto a medio madurar dentro de un cerebro afín.

Un abrazo.

Cuidado con tus tecleados dedos que te pueden.

un amigo.

patrizia dijo...

Hum...como me recuerda esto a algo que me ha pasado...